domingo, 31 de mayo de 2015

Una Historia Real de generosidad

Esta semana una persona muy allegada a mi vivió un caso de generosidad muy lindo que quisiera compartir con ustedes, espero y les ayude a reflexionar sobre ser generoso.

Un día lluvioso. 

El lunes de la semana anterior María se encontraba saliendo de su casa para ir a su trabajo, cuando de pronto quiso detenerse por un segundo para recordar si no se le olvidaba algo, luego ella recordó que no y siguió camino a la salida de su casa para retirarse,ella ya estaba lista para irse cuando comenzó a llover,  María como sabia que de seguro se mojaría decidió devolverse a buscar un paraguas, como ella es tan  precavida decidió también llevarse una muda de ropa y un abrigo por cualquier cosa, después de buscar esto ella abre su paraguas y sale a la parada de bus a esperar su taxi,esta quedaba solo a dos cuadras, estando en la parada ella podía observar a su alrededor y notaba como una adolescente de casi 16 años estaba toda empapada ya que no poseía un paraguas para cubrirse, la pobre parecía que estaba con frió y miedo, María se le acerco y le dio un lado para que se cubriera con su paraguas, María sin más preámbulo decidió darle su abrigo para que se cubriera,  luego se recordó que la chica estaba toda empapada y también recordó que tenia una muda  de ropa seca y cálida, Ella le dijo :
-Si te doy mi ropa te  ayudare para que no sufras un resfriado.
la chica solo la miraba y no paraba de decirle que por que hacia todo eso por ella si no la conocía
María le dio la ropa y se devuelve a su casa con la chica para que  se coloque la ropa, la chica muy agradecida y confundida por el acto de generosidad que tubo María le da un fuerte abrazo y le pregunta de nuevo por que lo hizo, María le contesta: -Por que vi en ti la necesidad que tenias y lo hice por que salio de mi corazón de verdad que quería ayudarte, la muchacha muy conmocionada se le salio una lagrima y le dijo que no sabia como  agradecerle lo que hizo por ella,  María le dijo que no tenia nada que Agradecer que ya podía irse, la chica le volvió agradecerle y se marcho. 

Al poco tiempo después me encontré a María y le di las Gracias de nuevo por haberme ayudado ese día lluvioso.





jueves, 28 de mayo de 2015

Lectura Reflexiva

03-Generosidad-02

Rosas, alcatraces y claveles



A la señora Malvina le hubiera gustado ser pintora, pues siempre fue buena para dibujar. Sin embargo, en el pequeño pueblo de Michoacán en el que nació no existía ninguna escuela de educación artística. Además, a sus padres no les parecía correcto que estudiara. “El lugar de las mujeres está en su casa”, le decían.

Aun así, cuando lograba ahorrar algo de dinero compraba lápices de colores y acuarelas, y en un cuaderno que no mostraba a nadie solía dibujar paisajes y flores. Era algo que disfrutaba mucho.
Cuando cumplió 18 años sus papás le dijeron que debía casarse con uno de sus vecinos, un campesino llamado Juan. Ella obedeció y, pasado el tiempo, se convirtió en mamá: tuvo un hijo, después una hija y finalmente unos gemelos. Mientras su esposo trabajaba en el campo, ella se dedicaba a cuidar a sus cuatro pequeños. Estaba tan ocupada que no podía dibujar.
Con el paso de los años los hijos de la señora Malvina se fueron casando y cada uno formó su propia familia. Luego, Juan murió y ella se quedó sola. Entonces decidió que haría realidad su sueño, aunque ya fuera una anciana. “Compraré telas, pinceles y pinturas como las que usan los artistas de verdad”, decidió. “Y le voy a encargar a don Artemio, el carpintero, que fabrique un caballete para mí.”
Todas las mañanas salía al pequeño jardín de su casa y colocaba su caballete y su tela. Luego se sentaba en una sillita de madera y pintaba rosas, alcatraces, claveles y todas las demás flores que ella misma había plantado. Cuando terminaba un cuadro lo colgaba en una de las paredes de su casa. A los pocos meses su hogar estuvo lleno de hermosas flores. Era como si el jardín creciera también en el interior de su vivienda. Al contemplar su obra, la cual ocupaba los muros del comedor, la sala, la cocina, la recámara y hasta el baño, se sentía inmensamente feliz. Aquellas pinturas se convirtieron en su principal fuente de alegría.
Una tarde se enteró de que el hijo de doña Conchita, quien era su mejor amiga, acababa de morir. El muchacho se había ido a trabajar a Estados Unidos y se ahogó al tratar de cruzar el río Bravo.
Doña Conchita y su esposo estaban muy tristes. Se la pasaban llorando todos los días hasta que las lágrimas formaron surcos bajo sus ojos.
La señora Malvina intentaba consolarlos, pero nada parecía disminuir el dolor de la pareja. Entonces tomó una difícil decisión. Eligió varios de sus amados cuadros y se los obsequió a su amiga. Con la ayuda de un martillo y unos clavos, ella misma los colgó en las paredes de la casa doña Conchita. Se veían muy bonitos. Poco a poco y a fuerza de mirar las rosas, los alcatraces y los claveles, doña Conchita y su marido fueron sintiéndose mejor.

Desde entonces, cada vez que alguien en el pueblo perdía a un ser querido, la señora Malvina le regalaba alguna de sus obras. Eso le dolía mucho, pues no le gustaba desprenderse de las pinturas que con tanto amor y dedicación realizaba; sin embargo, al ver la alegría que causaban, se sentía muy contenta.




- ¿Crees tu que un acto de generosidad te hace mejor persona?

miércoles, 27 de mayo de 2015

Vídeo-Generosidad


Este vídeo nos relata como alguien puede ser generoso con todas las personas, 
y como ayudar a los demás sin esperar nada a cambio, de esto se trata la generosidad.
Es muy instructivo para cada ser humano.

lunes, 25 de mayo de 2015

La Generosidad

La Generosidad se entiende como una cualidad en las personas. No solo hace referencia a  compartir u ofrecer bienes materiales, sino que también  se entiende como estar disponibles para ayudar a los demás sin esperar algo a cambio. Este valor va de la mano con otro valor que es la gentileza.

Como ya sabemos la generosidad es un valor o también se puede decir que es un rasgo de la cualidad humana, este se caracteriza por querer ayudar a personas que lo necesiten de un modo honesto y gentil, y por sobre todo sin esperar recibir algo a cambio de esas personas.

La palabra generosidad proviene del latín generosĭtas, generositātis. que significa (generar, familia, raza)
y originariamente se utilizaba para referirse a la cualidad de una persona hidalga, de familia noble e ilustre.


Este valor puede asociarse al altruismo, la caridad y la filantropía.